Se oye el murmullo y se adivinan las olas de su baile. Dicen que así se protegen y se unen unos con otros sin ser ninguno.Todavía, de cuando en cuando, nos es posible escuchar muy al fondo y cada vez más lejos, la misma llamada que nos mece sin ser orden ni de nadie ni voluntad de uno ,solo la música de la vida que sin saber compartimos y nos salva de las muerte entre las garras de las rapiñas.No hagamos los oídos sordos y dancemos a la caída del sol.
miércoles, 20 de marzo de 2013
El murmullo
Estaba esperando, y llegaron al atardecer ... de ese cielo que es el blog de Inés.
Se oye el murmullo y se adivinan las olas de su baile. Dicen que así se protegen y se unen unos con otros sin ser ninguno.Todavía, de cuando en cuando, nos es posible escuchar muy al fondo y cada vez más lejos, la misma llamada que nos mece sin ser orden ni de nadie ni voluntad de uno ,solo la música de la vida que sin saber compartimos y nos salva de las muerte entre las garras de las rapiñas.No hagamos los oídos sordos y dancemos a la caída del sol.
Se oye el murmullo y se adivinan las olas de su baile. Dicen que así se protegen y se unen unos con otros sin ser ninguno.Todavía, de cuando en cuando, nos es posible escuchar muy al fondo y cada vez más lejos, la misma llamada que nos mece sin ser orden ni de nadie ni voluntad de uno ,solo la música de la vida que sin saber compartimos y nos salva de las muerte entre las garras de las rapiñas.No hagamos los oídos sordos y dancemos a la caída del sol.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)